Activistas y periodistas rusos han sobrevivido a agresiones, intimidaciones y detenciones durante nuestra campaña para salvar de la destrucción uno de los bosques más antiguos de Moscú. Nuestro movimiento para reconducir la autopista de peaje que atravesaría el bosque de Jimki se ha convertido en una de las acciones populares más inspiradoras y duraderas de Rusia.

Ya no es solamente el bosque.

Nos enfrentamos a un legado de corrupción y sobornos por parte de los oficiales del gobierno, la policía y los lobbies empresariales que han permitido que este proyecto siga adelante. El último año, después de que miles de ciudadanos protestaran en el centro de Moscú, ganamos una importante victoria cuando el Presidente Dmitri Medvédev paró momentáneamente la construcción. Uno de nuestros principales organizadores, Yevgenia Chiríkova,  madre de dos niños y residente en Jimki, ha encabezado esta campaña con valor desde 2007, con un alto riesgo para la seguridad de su familia.

La construcción de la autopista va a reanudarse.

Ya este mes, la compañía constructora multinacional francesa Vinci está autorizada a iniciar la primera fase de la autopista. Esta es nuestra mejor oportunidad para parar el proyecto antes de que llegue el personal de la constructora. Nos dirigimos a ti para aumentar nuestro apoyo internacional.

Ya que el Gobierno ruso nos ha fallado, nuestro objetivo es Vinci, que podría obtener grandes beneficios con este proyecto y es la única compañía occidental involucrada en la construcción.

Le pedimos a Vinci que pare su participación en la construcción de la autopista entre Moscú y San Petersburgo hasta que no se decida una ruta alternativa que no incluya el bosque de Jimki.

También estamos organizando una semana internacional de movilizaciones del 24 al 30 de abril. Esperamos que ciudades de todo el mundo participen en señal de solidaridad. Lo que puedes hacer para defender el medio ambiente y los derechos humanos de Rusia es firmar esta petición.